16 de abril de 2009

Caminante (2)


La casa, una vez llena de vida, de colores, de familia, ahora solitaria, lúgubre.

¿Y qué si pensó que podría solucionarlo? ¿Y qué si creyó por un segundo que serviría para algo?

La luz de su alma se despertó, soñando con que cambiaría al mundo, con que lo haría mejor.

Pero claro, solo vanas intenciones, que no remontarían a nada.

Entonces, se desesperó, pensando que no, que cómo puede ser que ella, engreída, y pseudo-triunfante, no lo lograría.

Sus amistades, las más importante, reitera, no le sirven para nada.

Y cuando se encontró con el pozo, con la única compañía de la soledad, figuró que tal vez, y solo tal vez, no fuese la mejor, siempre.

Que tal vez, y solo tal vez, fura un poco humana y cometiese algún que otro error.

Que tal vez, y solo tal vez, su vida no fuera la mejora, y tal vez, solo tal vez, no fuera el mundo el del problema sino ella, y tal vez, solo tal vez, quisiera remediarlo.

Locas utopías, claro, de una desquiciada.

2 de abril de 2009

Good Bye, Lenin! (1)


La elasticidad del ser por hacer feliz a una persona.